Castlevania: Symphony of the Night – PlayStation

Symphony of the Night se aleja bastante de lo que habían sido los juegos de Castlevania hasta el momento. En lugar de encontrarnos ante un arcade en el que debemos superar los niveles uno tras otro, tenemos todo un castillo que explorar. La gracia del asunto se encuentra en el hecho de que conforme vayamos avanzando, iremos adquiriendo objetos y habilidades que nos permitirán avanzar por zonas del castillo que antes nos eran inaccesibles.

Además de esta componente de exploración, se añaden ciertos ingredientes de RPG, ya que nuestro personaje dispone de una serie de estadísticas (ataque, defensa, inteligencia, etc.) que irán mejorando conforme vayamos adquiriendo experiencia. Dicha experiencia se obtendrá eliminando enemigos. Los objetos que encontremos y usemos también afectarán a las estadísticas de nuestro personaje.

Técnicamente el juego es una maravilla. Los gráficos 2D son muy detallados, y los recursos de la PlayStation se aprovechan para crear ciertos efectos de 3D y otro tipo de animaciones que hubieran sido imposibles en consolas de generaciones anteriores. La jugabilidad está muy pulida y es un placer ponerse a los mandos y jugar. La componente de exploración es muy adictiva y te hará volver al juego una y otra vez.

Una vez terminada la historia y vistos los créditos del final, decidí leer una guía para ver el contenido que me había perdido. Y me había perdido bastante. Y quizá aquí está el punto negativo del juego, en mi opinión. Hay ciertos puzles que, sin mirar la guía, me hubiera sido imposible solucionar. No sé como la gente puede haber averiguado cómo llegar a ciertas partes del castillo o hacer determinadas acciones, porque el juego no te da ninguna pista en absoluto. Si eres un completista, y no tienes mucho tiempo, esto puede ser un verdadero dolor de cabeza. Yo me he tenido que contentar con completar un 91.6% del juego, sintiéndome un poco estafado por la falta de información.

A pesar de este detalle, se trata de un título muy recomendable.

Un comentario

Deja un comentario